Llevaba mucho tiempo queriendo publicar algo sobre una forma de operar no muy conocida pero que es muy beneficiosa y que reduce bastente el riesgo de invertir en bolsa.
Cada uno debe tener su forma de operar, pero esta clase de gráficos son perfectos para situaciones como las que hemos vivido en las últimas semanas.
Cuando abres tu plataforma y ves que no hay ningún gráfico al que meterle mano surge, más que nunca, la necesidad de utilizar estos gráficos.
Un gráfico compuesto no es más que un gráfico que creamos nosotros mismos combinando varios, mínimo dos, activos o valores.
Esta representación gráfica no cotiza en ningún mercado pero es perfectamente operable pues se puede replicar con determinadas compras y ventas de los activos o valores implicados.
Esto anterior que parece muy complejo se convierte en algo muy sencillo gracias a la potencia de las plataformas gráficas actuales.
La construcción de estos gráficos consiste en operar diferenciales (spreads) entre activos o valores, más adelante lo veremos con mucho más detalle.
Esta operativa tiene varias ventajas:
a) La principal es que están al margen de las tendencias del mercado. No importa si el mercado sube o baja
b) Esta operativa reduce mucho la volatilidad por lo que son excelentes en entornos muy volátiles para reducir el riesgo intrínseco a cualquier operación
c) Esta operativa ofrece casi una infinidad de posibilidades haciendo imposible que nadie se dedique a operar contra ella, cosa que si ocurre en los activos corrientes
Debido a las infinitas combinaciones posibles que cada uno puede llevar acabo, en función de la particularidad de su operativa, la que mejor crea que se adapta a su visión del mercado.
Las más conocidas son:
- Un futuro contra otro. Uno muy conocido es el spread entre el futuro del Dax y el del Ibex
- Dos Materias primas. Por ejemplo el Crudo Brent contra el West Texas
- Un valor contra otro. Santander contra BBVA
Y de esta forma podemos crear tantas combinaciones como queramos, no solo entre dos activos, sino entre tres, cuatro o los que se quiera.
Una cosa muy importante es la proporción de los activos. No es lo mismo hacer un diferencial de una acción del BBVA contra una del Santander que una del Santander contra una del Sabadell, como se deduce la proporción aquí debe ser diferente, por ejemplo una del Santander contra cinco del Sabadell.
Otra cosa que debemos valorar es la volatilidad de cada activo debiendo reducirse la cantidad en los activos más volátiles.
Si analizamos por ejemplo el spread Santander contra BBVA deducimos que nos da igual que el mercado suba o baje, que el sector suba o baje, siempre se mueven al unísono, pero no en la misma proporción; por tanto solo debemos explotar la diferencia de fuerza en cada momento de uno y otro.
Pero todo esto se ve mucho mejor con varios ejemplos.
Comencemos viendo el gráfico de un futuro del Ibex contra uno del Dax:
Este gráfico sintético se construye comprando un futuro del Ibex y vendiendo a la vez un futuro del Dax.
Normalmente los dos suben o bajan a la vez, pero nunca lo hacen en la misma proporción.
Está claro que en este caso nos importa poco que suban o bajen, solo nos importa que si estamos comprados del spread el Ibex debe subir más o bajar menos que el Dax y si estamos vendidos del spread a la inversa
Por lo demás el gráfico se opera como uno normal.
Vemos como tras mucho tiempo en tendencia bajista al romper la misma se dispara al alza, el Ibex se comporta mejor que el Dax, más de un 37%.
Tras tocar máximos se ha vuelto a desplomar, coincidiendo justo con las peores previsiones para la economía española haciendo que el Ibex tenga un comportamiento peor que el Dax.
Este es otro clásico de esta forma de operar.
Consiste en comprar un acierta cantidad de acciones del BBVA y vender la misma cantidad del Santander.
Como podéis apreciar en los últimos tiempos se ha movido en un lateral comprendido entre los 0,83€ y los 0,39€.
En el corto plazo tras llegar a la parte superior de dicho canal ha comenzado su descenso, siendo quizá una buena opción apostar por la llegada a la parte inferior del mismo.
Si optásemos por esta última operación deberíamos vender el spread, es decir vender una cierta cantidad de acciones del BBVA y comprar la misma del Santander, apostando con ello a que el Santander lo hará mejor que el BBVA en el corto plazo.
Como hemos podido apreciar con estos dos simples ejemplos esta operativa es todo un mundo y contempla cualquier opción que se nos pueda ocurrir, de ahí que requiera un profundo estudio por todo aquel que quiera iniciarse en ella.
Hay otros diferenciales, muy clásicos, que podemos graficar como puede ser un sector contra otro, un sector contra su índice y otros algo más complejos que se pueden obtener con materias primas atacando las particularidades de los distintos vencimientos de los futuros de una misma materia prima que por causas estacionales suelen tener un comportamiento muy definido en el tiempo.
A pesar de que pueda parecer compleja su operativa en un primer momento no lo es en absoluto y sus gráficos son de muy fácil construcción.
Esta operativa tiene varias ventajas:
a) La principal es que están al margen de las tendencias del mercado. No importa si el mercado sube o baja
b) Esta operativa reduce mucho la volatilidad por lo que son excelentes en entornos muy volátiles para reducir el riesgo intrínseco a cualquier operación
c) Esta operativa ofrece casi una infinidad de posibilidades haciendo imposible que nadie se dedique a operar contra ella, cosa que si ocurre en los activos corrientes
Debido a las infinitas combinaciones posibles que cada uno puede llevar acabo, en función de la particularidad de su operativa, la que mejor crea que se adapta a su visión del mercado.
Las más conocidas son:
- Un futuro contra otro. Uno muy conocido es el spread entre el futuro del Dax y el del Ibex
- Dos Materias primas. Por ejemplo el Crudo Brent contra el West Texas
- Un valor contra otro. Santander contra BBVA
Y de esta forma podemos crear tantas combinaciones como queramos, no solo entre dos activos, sino entre tres, cuatro o los que se quiera.
Una cosa muy importante es la proporción de los activos. No es lo mismo hacer un diferencial de una acción del BBVA contra una del Santander que una del Santander contra una del Sabadell, como se deduce la proporción aquí debe ser diferente, por ejemplo una del Santander contra cinco del Sabadell.
Otra cosa que debemos valorar es la volatilidad de cada activo debiendo reducirse la cantidad en los activos más volátiles.
Si analizamos por ejemplo el spread Santander contra BBVA deducimos que nos da igual que el mercado suba o baje, que el sector suba o baje, siempre se mueven al unísono, pero no en la misma proporción; por tanto solo debemos explotar la diferencia de fuerza en cada momento de uno y otro.
Pero todo esto se ve mucho mejor con varios ejemplos.
Comencemos viendo el gráfico de un futuro del Ibex contra uno del Dax:
Gráfico de un contrato del futuro Ibex contra un contrato del futuro del Dax
Este gráfico sintético se construye comprando un futuro del Ibex y vendiendo a la vez un futuro del Dax.
Normalmente los dos suben o bajan a la vez, pero nunca lo hacen en la misma proporción.
Está claro que en este caso nos importa poco que suban o bajen, solo nos importa que si estamos comprados del spread el Ibex debe subir más o bajar menos que el Dax y si estamos vendidos del spread a la inversa
Por lo demás el gráfico se opera como uno normal.
Vemos como tras mucho tiempo en tendencia bajista al romper la misma se dispara al alza, el Ibex se comporta mejor que el Dax, más de un 37%.
Tras tocar máximos se ha vuelto a desplomar, coincidiendo justo con las peores previsiones para la economía española haciendo que el Ibex tenga un comportamiento peor que el Dax.
Gráfico del BBVA contra el Santander
Este es otro clásico de esta forma de operar.
Consiste en comprar un acierta cantidad de acciones del BBVA y vender la misma cantidad del Santander.
Como podéis apreciar en los últimos tiempos se ha movido en un lateral comprendido entre los 0,83€ y los 0,39€.
En el corto plazo tras llegar a la parte superior de dicho canal ha comenzado su descenso, siendo quizá una buena opción apostar por la llegada a la parte inferior del mismo.
Si optásemos por esta última operación deberíamos vender el spread, es decir vender una cierta cantidad de acciones del BBVA y comprar la misma del Santander, apostando con ello a que el Santander lo hará mejor que el BBVA en el corto plazo.
Como hemos podido apreciar con estos dos simples ejemplos esta operativa es todo un mundo y contempla cualquier opción que se nos pueda ocurrir, de ahí que requiera un profundo estudio por todo aquel que quiera iniciarse en ella.
Hay otros diferenciales, muy clásicos, que podemos graficar como puede ser un sector contra otro, un sector contra su índice y otros algo más complejos que se pueden obtener con materias primas atacando las particularidades de los distintos vencimientos de los futuros de una misma materia prima que por causas estacionales suelen tener un comportamiento muy definido en el tiempo.
A pesar de que pueda parecer compleja su operativa en un primer momento no lo es en absoluto y sus gráficos son de muy fácil construcción.
Genial.
ResponderEliminarGracias