El tiempo se acaba y demócratas y republicanos siguen sin llegar a un acuerdo sobre el techo gasto. Mr. Obama se encargó de crear falsas expectativas la semana pasada y los halcones republicanos le han respondido abandonando las conversaciones con el presidente. Es alarmante que a una semana de la fecha límite no haya un mínimo atisbo de solución. La opinión de Wall Street es unánime: un default de EEUU sería devastador. Aunque nadie cree, incluido el bajista irredento Soros, que "dejen caer" a la primera economía del mundo. Pero a los republicanos, ultracapitalistas y a favor del libre mercado más radical, no les tembló la mano con Lehman Brothers. Precisamente lo que provoca las hecatombes en los mercados es lo inesperado, algo que nadie cree que puede pasar.
El tiempo se acaba y demócratas y republicanos siguen sin llegar a un acuerdo sobre el techo gasto. Mr. Obama se encargó de crear falsas expectativas la semana pasada y los halcones republicanos le han respondido abandonando las conversaciones con el presidente. Es alarmante que a una semana de la fecha límite no haya un mínimo atisbo de solución. La opinión de Wall Street es unánime: un default de EEUU sería devastador. Aunque nadie cree, incluido el bajista irredento Soros, que "dejen caer" a la primera economía del mundo. Pero a los republicanos, ultracapitalistas y a favor del libre mercado más radical, no les tembló la mano con Lehman Brothers. Precisamente lo que provoca las hecatombes en los mercados es lo inesperado, algo que nadie cree que puede pasar.
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